¿Para qué sirven los ex-libris?

La función principal de un ex-libris es transmitir información sobre el propietario del libro a través de un grabado impreso en el reverso de su portada o en la primera página. Pero el ex-libris es mucho más que un simple medio de comunicación, es ante todo un objeto de arte realizado por artesanos, diseñadores gráficos y artistas. Además de un objeto casi sagrado para bibliófilos o coleccionistas de arte.

Según la definición clásica, un ex-libris (en latín “de entre libros”) es un grabado personalizado que incluye el nombre o una inscripción para marcar la propiedad de un libro. Así, el propietario marca su posesión con su nombre. El sello ex-libris suele estar estampado en la contraportada o en la guarda del libro. Además de los sellos, también se consideran ex-libris las inscripciones escritas a mano, pegatinas o etiquetas que cumplan esta función.

El ex-libris es un accesorio que conservas toda la vida para firmar tu colección de libros. Es uno de los objetos favoritos de bibliófilos y coleccionistas, pero también de todo aquel que ama la lectura en general. Es una idea original, un regalo muy bonito para ofrecer en un cumpleaños, Navidad, San Valentín, o incluso para marcar una etapa importante de la vida, como la llegada de un hijo, la finalización de unos estudios universitarios, un éxito profesional.

Los propietarios de los ex libris son normalmente personas individuales, pero también los hay colectivos, por ejemplo: clubes de lectura, academias, bibliotecas públicas, universidades, etc. Los sellos ex libris pueden ser de interés para cualquiera que trabaje en el mundo del libro o participe en un proyecto que gire en torno a la literatura.

Cada vez encontramos más ex-libris de diferentes estilos y nuevos universos, aunque este arte sigue siendo económicamente accesible. No podemos decir lo mismo de los coleccionables. Buena parte de los ex-libris adquieren valor con el paso de los años, pasando a formar parte de subastas de arte y libros.

Por otro lado, la aparición de las redes sociales ha permitido a los creadores de ex-libris mostrar su trabajo. Los clubes de lectura online, los influencers o los youtubers apasionados por la literatura también han contribuido a dar a conocer el arte del ex-libris.

Concebido originalmente como un signo que menciona al propietario del libro, este objeto cultural y de comunicación es, por lo tanto, visto hoy como un objeto de arte hecho por artistas y artesanos y en algunos casos puede ser un objeto de estudio para investigadores de humanidades. De hecho, el ex-libris es tanto un objeto de arte como un objeto gráfico. Los ex-libris pueden aportar un valor añadido al mercado de libros antiguos y de colección.

El apego hacía el libro de papel de muchos de nosotros en un mundo donde lo digital prevalece sobre lo analógico le da sentido al interés de tener un ex libris. Como los coleccionistas de vinilos que también buscan el placer en la relación con el objeto, el tacto y la calidad de la escucha. Nosotros no podemos reemplazar la experiencia de leer en papel, el ruido de las páginas al pasarlas, las texturas de las portadas, el olor de los libros viejos ... Para nosotros el libro de papel es un objeto noble que el ex-libris solo hace que embellecer.

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